Los patrocinios, apoyos, carreras coorganizadas, organizadas y deportes "inventados" por la bebida energética Red Bull han sido muy criticados por varios atletas de elite de varios deportes. Las primeras críticas que recuerdo eran hacia el diseño de rutas en ciclismo, específicamente downhill y mtb; aunque tiempo después esas críticas perdieron sentido, pues es cierto que al ser deportes extremos, la vida de los riders básicamente siempre está en peligro.
La segunda serie de críticas tiene mucho más fundamento, en su afán por hacer más espectaculares los deportes, la marca hacia cambios en las pruebas con el fin de que el espectador no conocedor viera de forma más sencilla lo sorprendente de los deportes extremos. El precio para eso, fue casi siempre restar equidad a las pruebas, aunque es algo que no debería sorprender a nadie pues como marca su objetivo es vender.
Otras críticas, un poco más recientes van en el sentido de que cambian las agendas de entrenamiento-competencia de los atletas de quienes tienen exclusividad, lo que ha llevado a aumentar las ganancias de la marca, pero a reducir el desempeño de los atletas en pruebas trascendentales (para el atleta, no para la marca) como mundiales y juegos olímpicos.
De ese último grupo de críticas tenemos algunos ejemplos en México y latinoamérica, pero que lo cierto es que sin esos apoyos, esos atletas seguramente no hubieran podido desarrollarse y mucho menos vivir del deporte. Los ejemplos más claros para México tal vez sean Paola Espinosa, Crisanto Grajales y Guillermo Oyamburu, atletas enormes.
Pero Red Bull ya se pasó de la raya. En días anteriores, el atleta Red Bull, Josef Ajram, intentó sin lograrlo y por segunda vez, terminar el Red Bull 7 Islas, que consiste en correr un Ironman (3.8km natación, 182 km ciciclismo y 42km corriendo) por día, en 7 islas españolas.
-Josef Ajram-
Ajram no lo logró, pero el problema no es con él. Es una maquina, ha terminado varios Ironman, corre ultramaratones (más, de 100km) y ha terminado en varias ocasiones el Ultraman (otro triatlón de 10km de natación, 420km de ciclismo y 85km de atletismo), además de otras carreras de aventura y ultra distancia. O sea, la capacidad deportiva de Ajram no está en duda, pero tal vez su calidad moral y/o su nivel de compromiso con Red Bull y su afán de convertir deportes en espectáculos sí es el problema.
El problema es sobre todo con Red Bull y los programas y publicaciones de deportes, cuando siguen la corriente de la marca, cuando, por ejemplo, durante los primeros días del 7 Islas, José Manuel López terminó de correr 30 Ironman en 30 días (uno diario) con lo que en total recorrió 114km nadando, 5,400km pedaleando y 1,200km corriendo, sin que tuviera una amplia cobertura mediática ni de patrocinios.
Otra más de la lógica de mercado, de convertir cosas que nos dotan de humanidad como el deporte en mercancías.
Algo del mundial de Ironman del 2012.
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