Apareció primero en La Jornada Aguascalientes dentro del suplemento /Autonomía No. 55.
Como era de esperarse, después de que en el gabacho Colorado
y Washington legalizaran el uso recreativo de la marihuana (repito: todavía no
entra en vigor y todavía la pueden parar desde el gobierno federal, pero se ve
poco probable) en todo el mundo se
intensifico el debate de la política de drogas, como casi siempre, el debate
(sobre todo el que tuvo más difusión) se quedo en meros posicionamientos
morales que no salían de decir que las drogas son malas. Tampoco hay que
olvidar que en 18 estados de USA es legal la marihuana para uso medicinal.
Algunas de las preguntas más interesantes de este debate
(que ya tiene un buen rato) es si realmente podemos construir una política de
drogas adecuada a la realidad mexicana, para esa pregunta surge primero otra
pregunta ¿qué sabemos realmente sobre el consumo de drogas en México?
Sabemos que sobre todo el peyote y varios hongos han sido
usados por los pueblos indígenas desde antes de la llegada de los españoles, y
que estos no llegaron solo, traían otras drogas y otras formas de usarlas. Pero
datos duros, estadísticas confiables, que permitan construir series de tiempo
consistentes (los países más avanzados tienen datos confiables de consumo
incluso desde los años 30) para México no existen.
El mes pasado publicaron la Encuesta Nacional de Adicciones
(ENA) 2011, (mucho después del tiempo “normal”) la encuesta tiene serios
errores desde el principio, en las primeras hojas trata a todas las ediciones
de la encuesta, desde la primera en 1988 son como semejantes, como si en algún
punto fueran observaciones comparables. Lo que de ninguna manera es cierto, si
acaso, y con muchas reservas se podrían considerar estimaciones.
Las ENA se pueden dividir en dos grupos, las que van de 1988
a 1998 y el resto de 2002 a 2011, estos grupos entre si tienen poblaciones
objetivo, diseño muestral, nivel de representatividad y completamente
diferentes. Y el grupo de las ENA más reciente tiene diseños muestrales,
representatividad, estimaciones de errores relativos máximos y rangos de edades que tampoco permiten que
sean comparables.
Ese problema de mediciones, permite solo tener
aproximaciones al consumo nacional de ciertas drogas, al interior de la
encuesta por su diseño cada droga tiene diferente nivel de confianza. Pero para
consumos locales o regionales, esos datos son todavía menos exactos y
confiables lo que es un obstáculo enorme para poder implementar políticas de
regulación de drogas.
O sea, no sabemos mucho del consumo de drogas en México pero
sí sabemos que la actual política prohibicionista tiene grandes costos
económicos, humanos y sociales. Y que mantenerla tendrá cada vez mayores
consecuencias negativas que la vuelven insostenible y es urgente que el tema
tenga cada vez más espacios de debate en el grueso de la sociedad, a nivel
académico ya se están llevando a cabo desde hace un rato.
El Reporte Mundial de Drogas 2012 de la ONU dice “las drogas
siguen moviendo al mundo en 2012” y lo seguirán moviendo.
Eso de "abuso" en el mapita ese no me convence... pero cumple el objetivo de ilustrar el titulo.
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