*Apareció el 3 de marzo en Autonomía #37, de La Jornada Aguascalientes.
Los
contenidos virales en internet parecen tener una velocidad de dispersión que ya
quisieran muchos supervirus de las películas apocalípticas. Pueden ser un link,
comentario, imagen, video, etc. que de pronto ya es lo único que ves (depende,
claro, de las personas que sigas/sean tus “amigos”/o como se llame, y de lo
original o creativos que puedan ser) pero volviendo a la idea de “viralidad” es
muy probable que en algún momento, en alguna red social, solo se vean
contenidos repetidos.
El
contenido viral puede ser desde la difusión e invitación a oponerse a la ley
SOPA, el caso de la guardería ABC o un chiste protagonizado por un tigre y un
conejo bebes. Sin importar mucho el fondo, ese contenido tiene toda la atención
del público y la pierde de un momento a otro.
Esa
actitud de los usuarios es fácilmente detectable por los medios de comunicación
(ya deja tú que las redes sociales vendan o no información, con ver su tráfico
un rato te das cuenta) y notan lo volátil de los “temas de interés”.
Los
principales medios, sobre todo en México, son privados. Y como empresas su
lógica es la de vender, y no tanto de informar. Entonces las noticias (sobre
todo) que transmitan, serán aquellas que vendan.
El
problema surge cuando los espectadores guían sus prioridades por esas
noticias/producto y lo trasladan a lo público y lo político. Claro, los
partidos y políticos seguirán esa “voz del pueblo” para diseñar políticas (les
interesa cuidar el voto, para cuidar el hueso).
Así,
los medios fueron importantes en el tema de la tenencia, basados sobre todo, en el mito de que fue
creado para financiar las Olimpiadas del 68, y por ello obsoleto. Aunque fue creado oficialmente en 1961
(pueden consultar la propuesta de Ley de Ingresos en ese año).
Sin
embargo fue de los mejores impuestos, por su correspondencia al pagarlo los
usuarios de autos y ser beneficiados con mantenimiento y mejoramiento de calles
y avenidas. Era progresivo; quienes tenían el dinero para comprar un auto caro,
pagaban más. Estimado lector, si aquí se le ocurre el argumento de que se
fomentaba la compra de vehículos viejos, recapacite, esos autos ya no se fabrica
(por eso son viejos) existe una cantidad determinada en el mercado y su
compra-venta solo implica el cambio de propietarios, y la compra-venta de
ningún objeto implica su reproducción) además en cierta medida ayudaba a
reducir los deseos de comprar automóvil, con lo que se reducen las emisiones,
etc.
Igual
con el bullying, ese es un problema de primer mundo. ¿se imagina a los padres
que apenas ganan para poder enviar mal o bien a los niños a la escuela,
llegando a casa después de trabajar todo el día y preocuparse porque un niño
“le dice cosas” al suyo? Claro que no.
Además
es un problema de interacción, si le “quitas” a un niño a sus “agresores” en la
escuela, les estás enseñando que el mundo es color de rosa, al crecer no podrá
enfrentarse a aquellos a quien nos les agrada. En la escuela también aprendes a
relacionarte con tus semejantes y tus contrarios, esas relaciones seguirán aún
cuando no tengan quien te proteja o con quien “acusar” de que te “echan
carreta”.
¿No
sería mejor una agenda pública, que atienda problemas más urgentes y serios que
aquellos que son resultados de noticias que, sin que les importe explotar
cualquier tema justificados en los infinitos límites de la supuesta libertad de
expresión, solo buscan vender y su temática brinca de aquí pá allá y de allá pa
acá?
Cámara
con mi preguntita, pero si responde que sí, una forma de ayudar a eso, es
cuidando nuestras fuentes de información y la manera en que interactuamos con
internet y otros medios de comunicación.
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