Apareció primero en La Jornada Aguascalientes en el suplemento /Autonomía No. 48 del 18 de Agosto de 2012.
Nota: el autor es heterosexual y NO se quiere casar.
La
institución del matrimonio es fundamental en las sociedades
occidentales, es cómo se asegura y controla la forma en que cada
sociedad se reproduce, tanto en la reproducción de la especia, como
manteniendo relaciones de intercambio; lo que repercute en la
economía.
La
mayoría de los economistas que hoy abundan (neoliberales) dicen que
el primero en explicar las relaciones entre matrimonio y economía
fue Gary Becker, nobel de economía en el 1992. Pero eso no es cierto, esa relación fue explicada al
menos desde 1884 por F. Engels en “El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado”.
En
sus orígenes el matrimonio fue de las formas más básicas de
comercio, o sea el intercambio de mujeres. El “dote” era como se
pagaba por una hija y la escena “romántica” del novio cargando
en brazos a su nueva esposa rumbo a la luna de miel, es residuo de
cuando el hombre llevaba a la mujer a su casa, pero que por ser
“impura” no podía pisar la casa; sólo hasta después de ser
penetrada por el hombre.
Así,
el matrimonio y sus reglas, como no emparentar con alguien la misma
familia, marcó pautas de comercio y estableció relaciones (o sea de
apoyo económico) entre distintas familias. Hoy en día eso persiste,
es normal escuchar: “mi suegro me metió a su empresa”, “mi
cuñado me va a conseguir chamba”, etc.
La
economía ha evolucionado, por lo que se separa de sus bases, por eso
hoy en día es posible (social y legalmente) tener varias parejas
antes de casarse, vivir en unión libre, divorciarse e incluso hay
quienes se dan lujo de casarse por amor (no es broma, sí pasa).
Los
cambios más grandes se dan después de las revoluciones
industriales, si antes la base del matrimonio, era ser una especie de
empresa en que las dos personas buscan aumentar y administrar mejor
sus ingresos. Después de la 2da. Revolución industrial el
matrimonio es para complementar el consumo, alguien con quien se
compartan productos y servicios. No hay que olvidar que vivimos en un
país subdesarrollado por lo que aún vemos quienes se casan por
necesidad económica.
El
matrimonio cumplía primero una necesidad de producción, luego
también una de consumo. Igual con los hijos ya no es “obligatorio”
que fueran engendrados por el esposo y la esposa, ya se permite que
adopten, o que sean producto de matrimonios anteriores.
El
matrimonio sigue siendo reflejo de la economía, por eso cambios se
dieron primero en sociedades con economías más avanzadas (países
desarrollados). Si esos cambios es imposible imaginar los cambios que
al llevado al matrimonio como actualemte lo conocemos.
Hoy,
oponerse a los matrimonios entre personas del mismo sexo es oponerse
a la evolución de los derechos humanos, y es irracional, pues impide
el desarrollo de la economía. No es de extrañar que los grupos que
siempre se oponen al desarrollo social, como conservadores y
religiosos, sean los mismos que aún hoy se oponen a los cambios
sociales y en la institución del matrimonio.
Heinrich Lossow ~ The Sin, c 1880
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