Esto apareció primero en La Jornada Aguascalientes dentro del suplemento /Autonomía No. 54 del 10 de noviembre de 2012.
El 6 de noviembre se aprobó en Washington la iniciativa 502 y la enmienda 64 en Colorado que permite el uso recreativo de la marihuana (o sea fumar mota solo por el gusto de darse un toque) por lo que a partir de esa fecha esos estados tienen un año para generar las leyes e infraestructura para la producción y venta de marihuana.
El 6 de noviembre se aprobó en Washington la iniciativa 502 y la enmienda 64 en Colorado que permite el uso recreativo de la marihuana (o sea fumar mota solo por el gusto de darse un toque) por lo que a partir de esa fecha esos estados tienen un año para generar las leyes e infraestructura para la producción y venta de marihuana.
Esto aún no es definitivo, pues
legalmente quienes se oponen a la legalización de la marihuana pueden usar ciertos recursos para detenerlo,
como la Convención Única sobre Estupefacientes de la ONU y que USA firmó. Además
el gobierno federal puede evitar que los estados carguen impuestos a la
producción, distribución y venta de marihuana, lo que podría motivar a los
gobiernos locales a echar para atrás la legalización de la marihuana.
Es muy probable que se siga con
lo decidido en las elecciones, además de que la legalización de la marihuana
tiene cada vez más apoyo social, tienen el antecedente histórico de que en USA
la legalización del alcohol fue primero en algunos estados y después a nivel
federal.
Desde la perspectiva de la
economía, sabemos que producir un bien como la marihuana, de forma legal, es
más barato que de forma ilegal. Por lo que al tener dos estados produciéndola
más barato de forma más o menos rápido el mercado ilícito de marihuana en el
resto de los estados gringos, va a bajar también sus precios.
Esto afectaría al mercado gringo
de drogas y al narcotráfico en México, en al menos 3 o 4 años. Pero las
consecuencias casi inmediatas pueden ser una mayor apertura a la discusión de
la Política de Drogas en México más centrado en experiencias internacionales y
argumentos fundamentados y demostrables que en aspectos morales y de fomento a
la corrupción como hasta ahora se ha llevado.
El ejemplo más claro de la falta
de herramientas para hacer una política de drogas sensata en México es que solo
tenemos estimaciones, malas, del consumo de drogas. Hace unos días Felipe
Calderón presentó la Encuesta Nacional de Adicciones 2011 como comparable con
ediciones anteriores de esa Encuesta, lo cual no es cierto (de eso, en parte,
tratará la siguiente columna).
No olvidemos tampoco que Uruguay
está cerca de hacer parecido a la legalización de la marihuana con un modo de
producción cooperativista lo que puede ser, además de un ejemplo una presión
regional muy fuerte en pro de la legalización de la marihuana también en México.
El debate de la política de
drogas no debe interesar solo a los usuarios, productores y distribuidores. Es
un tema de salud y seguridad social que tratado de forma errónea, no solo tiene
altos costos económicos y de corrupción, también cuesta vidas humanas y
normaliza la violencia en una sociedad tan desigual como la nuestra.
Si les interesa saber más sobre
las consecuencias de la legalización de la marihuana, revisen el reporte sobre
el Posible Impacto de la Legalización de la Marihuana en Estados Unidos,
realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad a cargo de Alejandro
Hope quien para cuando salga publicado esto ya tendré el gusto de conocer (sí,
lo estoy presumiendo).
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