Apareció primero en La Jornada Ags dentro del suplemento /Autonomía No. 51
Es jueves por la noche y estoy escribiendo
esto, la Reforma Laboral para México (RL) todavía no se discute ni se aprueba
completamente. Por eso mejor voy a intentar explicar de dónde se toman las
ideas básicas para esta RL. Tiene más de un año que varios economistas vienen
hablando de la necesidad real de una RL en México, las preocupaciones entre los
economistas serios comenzaron a tomar más fuerza desde 2009, cuando se vieron
más claramente las consecuencias de la crisis que inició en 2008 en el gabacho.
Una de esas consecuencias, tal vez la más
fuerte y que causa un rápido enojo social (y problemas más serios) es el
desempleo. Por eso la idea básica es que la RL fortalezca el empleo en México,
o sea que haga “felixible” el mercado laboral (momento, primero explicamos eso
y luego vemos si es algo bueno o malo para México).
A grandes razgos, sobre todo en el discurso
político, la RL pretende ser parecida a la de Alemania. En el gabacho la crisis
de 2008 pegó muy fuerte en el empleo; a principios de 2007 tenían una tasa de
desempleo de 4.5% y pasó al 10% a finales de 2009 mientras que Alemania solo
cambió del 7.4% al 7.9%, en gran parque porque en Alemania tienen un mercaso
laboral flexible, de lo que se garran los defensores de la RL para decir que
así debe ser el mercado laboral mexicano.
Alemania se parece a México en que ambos
tiene economías muy dependientes de su sector externo y en que tienen tasas de
desempleo parecidas; lo que seguramente no es cierto, pues la tasa de desempleo
que publica INEGI ha sido muy criticada por como se calcula ya que “suavisa”
los datos reales. De eso en más los países no son comparables, Alemania es
potencia mundial, se encuentra en una Zona Económica, y algo que los
economistas (“sofisticados” estudiados en escuelas gringas) casi nunca toman en
cuenta es que la cultura, disciplina y actitud hacia el trabajo es muy
diferente entre México y Alemania.
Además, en Alemania no “importaron” la idea
de reforma laboral y la quisieron aplicar tal cual, allá la iniciaron desde el
2003, con el nombre de “Agenda 2010”. No solo la planearon desde entonces,
también iniciaron cabildeos y negociaciones con grupos políticos y sociales de
modo que fuera social y no solo políticamente, bien recibida. Algo que en
México, claramente no ocurre.
Otros de los defensonres de la RL, hacen la
similitud con el gabacho, dicen que el desempleo se elevó (y sigue alto) porque
allá empezó la crisis, lo que hace incoparable su situación con otro país. Pero
que antes de la crisis ya tenían un mercado laboral flexible y por eso mismo
una tasa de desempleo muy baja; por eso al tener un mercado laboral igual de
flexible en México el desempleo va a ser mucho menor.
Eso dicen los que defienden la RL, pero
esos mercados laborales tampoco son comparables por tres cuestiones básicas: 1)
México expulsa trabajadores (mojados) y USA recibe y da empleo no solo a los
mojados mexicanos, también a los latinoamericanos, algunos europeos y hasta
africanos y asíaticos. 2) el gabacho tiene un seguro para el desempleo
eficiente en lo general, que garantiza a sus ciudadanos un ingreso al quedar
sin chamba, en México no solo no existe, sino que es imposible de lograr con el
actual sistema fiscal y 3) el gringo cofia más en su propio sistema de justicia
que nosotros como mexicanos (en el nuestro, claro) lo que ayuda a crear un
ambiente de confianza al momento de disputas
entre trabajadores y empleadores.
Más allá de que la RL sea impulsada por un
grupo de partidos ligados a los empresarios (PAN) y ha quienes carga una
impresionante tradición de corrupción y creación de sindicatos nada
transparentes y perversos (PRI) las ideas básica o el espíritu de esta RL no
corresponden a la realidad mexicana y tiene mucho riesgo de no funcionar en lo
económico y de generar más descontente social, como si no tuvieramos ya
suficiente.
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