El texto salió originalmente en La Jornada Aguascalientes como parte del /Autonomía No. 46 Ya viendo el proceso post-electoral, es bien cagado ver como ha reaccionado el duopolio televisivo.
Las del 1 de julio pasado fueron una de las elecciones
más importantes de la historia de la llamada democracia mexicana. Con el 63.33%
fue la tercera elección con mayor participación de las últimas 8 federales, las
otras fueron la del 94 con 77.16% y de 2000 con 63.37%. Y de un total de
143,132 casillas, únicamente 2 no fueron instaladas.
Demostraron que en México, tenemos problemas de distribución de la
riqueza nacional, del agua, de la impartición de justicia, de servicios de
salud y educación y también de capacidad intelectual (ojo, no es lo mismo
educación que capacidad intelectual, como dice los Rastrillos “ni los libros ni
la escuela nos quitan lo pendejo”).
Quienes denuncian ese fraude, principalmente los
partidos que postulaba a AMLOve y los #YoSoy132 no conocen como funciona el IFE
ni el PREP, para empezar los responsables de las casillas fueron 1,002,071
ciudadanos entre propietarios y suplentes (que
es casi el total de los habitantes de San Luis Potosí) elegidos al azar, lo
cual reduce las posibilidades que sean limitantes de algún partido.
Un fraude electoral se da cuando un partido o grupo de
poder altera de alguna forma las boletas tachadas por la ciudadanía. Lo cual no
existió.
El PREP por
construcción puede tener sesgo e incluso presentar correlación casi perfecta
hasta anetes del 70%, también tiene sesgo urbano significativo, por la
facilidad de contar primero esas casillas; por eso EPN que ganó por mayor
margen en las casillas rurales (tuvo una ventaja de hasta el 53.9%) aumentó su ventaja
en las últimas horas (fueron 64.28 urbanas y 35.72% no urbanas). Ni mencionar
que el PREP estaba avalado por la UNAM.
Cerca de las 3 de la
mañana de ese día, algunos charlatanes comenzaron a hablar de correlación
perfecta en más de la mitad de observaciones
y hasta efecto espejo. Si consideramos que el PREP trabaja con flujos de datos provenientes
los distritos electorales, o sea que la podríamos analizar como series de
tiempo. Es relativamente sencillo graficar y ver comportamientos de los datos
que eran públicos. En lugar de eso, muchos creyeron datos y gráficas falsas.
El reconteo distrital
fue de más del 54% del total de votos y terminó con una variación decimal
respecto al PREP. Los de #YoSoy132 podrán ser principalmente universitarios
pero si hubieran entrado a sus clases de estadística no hubieran denunciado
fraude por el PREP.
Además al termino del
conteo distrital no se encontraron indicios de votos con los famosos lápices
del IFE que fueran borrados, los #YoSoy132 se manifestaron en contra de los
lápices y a favor que de los ciudadanos llevaran plumas o plumones, otra falla
del movimiento ocasionada por su misma ignorancia.
El problema estuvo en
la compra y cooptación de votos por parte del PRI, en el desvío de presupuestos
estatales a la campaña de EPN, y el manejo publicitario del duopolio
televisivo. En los ciudadanos que prefirieron vender su voto antes que razonarlo
y en una supuesta izquierda que nunca se modernizo y que se ha condenado; ya no
podrá proyecta a Ebrad para el 2018 tan fácil sin la jefatura de gobierno ni
puesto en el gabinete.
No volvemos al pasado,
es mucho peor. La forma de imponer a su candidato y el gobierno de EPN
demostraron que el dinosaurio priísta generó nuevas formas de corrupción y es
más represor que antes. Con una
oposición que convoca a una “revolución pacífica” en una sociedad que
desconocen y universitarios que no saben historia ni estadística.
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